La ingeniosa guerra contra el plástico.

3 inventos que están cambiando nuestro presente y futuro.

El cambio y la innovación son una constante en la evolución de las especies, más que para avanzar, para sobrevivir. Puede que nos encontremos un punto en el que la supervivencia dependa de innovaciones o revoluciones tan fantásticas como la que ha creado el diseñador Dave Hakkens. Quizás estemos exagerando… o quizás no. Pero este joven holandés nacido en el 1988, ha sabido o al menos intentado, poner solución al mar de plástico que inunda el planeta cada día un poco más.

Su genial idea es básica, que no sencilla. Se llama «Precious Plastic» y la podéis encontrar en su web, junto a otros proyectos igual de interesantes y sostenibles. Lo que ha hecho es desarrollar una maquinaria propia basada en modelos industriales pero de menor coste y complejidad para poder reciclar plástico y a partir de éste, crear objetos decorativos, mobiliario y todo aquello que tu ingenio sea capaz de abarcar.

precious plastic by lasanta magazine
Fuente: Precious Plastic.com

Estas máquinas no las comercializa, sino que ha colgado los planos en su web explicando cómo se hacen para que cada uno las cree en su casa y pueda empezar a emprender o a reciclar sin más fin que el consumo propio.

Dave señala que su idea no está cerrada, espera que cada persona que esté dispuesta q montar sus propias máquinas, mejoren el proceso y aporten nuevas ideas para que entre todos, consigan realizar un proceso más eficiente.

 

Pero no es el único que ha intentado plantarle cara al plástico. Hace unos meses fueron noticia dos amigos australianos amantes del surf que, tras ver la acelerada degradación del océano, inventaron una fácil y económica papelera marina, cuya función es tragarse el plástico que se encuentra a su paso. Mejor que contarlo es verlo:

 

En 2014 otro holandés llamado Boyan Slat creó un invento revolucionario para limpiar el mar de plástico pero a gran escala. Con 19 años tenía la idea clara, aprovechar las corrientes marinas para atrapar el plástico en unas barreras flotantes ancladas al suelo marino. Una plataforma de energía solar lo extraería y se llevaría para ser reciclado. Lo mejor, que costaría hasta 33 veces menos que otros métodos y tendría capacidad para eliminar la mitad de plástico del océano en 10 años sin perjudicar la fauna marina.

La idea surgió cuando tenía 16 años, tras unas vacaciones en Grecia en las que vio más plástico que peces en el mar. Empezó a preguntarse por qué a nadie le importaba y por qué nadie se había molestado en inventar algo para limpiarlo. Tras darle muchas vueltas presentó su idea en un proyecto del colegio. Tal fue su aclamación que también lo presentó en las famosas charlas TED. Ese fue el inicio de un despegue imparable y que actualmente ya es una realidad llamada «The Ocean Clean Up«.

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